Identidad
- Ketzia V.
- 17 feb 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 17 dic 2020
Crecí en un hogar cristiano con unos padres muy amorosos y generosos. Soy la mayor de 4 hermanos y eso ya pone un peso muy grande de responsabilidad sobre uno (así como también un aire de "hermana mandona" y "regañona" según mis hermanos jaja). Toda mi vida he vivido en un pueblito muy pintoresco y alegre que en verano torna sus cerros de un verde embriagante y en otoño de color amarillo/marrón profundo. Estudié en casa desde kinder hasta Preparatoria teniendo a la mejor maestra del mundo (Mi mamá). Amo leer, sacar fotografías y disfrutar la vista de hermosos amaneceres y atardeceres. Acepté a Cristo en mi corazón de niña y prácticamente estuve muy activa en las actividades de la Iglesia desde que puedo recordar gracias a mis padres y así ha sido por la gracia de Dios hasta hoy.
Con todo esto podrías pensar que te he dicho mi identidad, aquello que me hace ser Yo. Sin embargo si todo esto me fuera quitado ¿quién soy realmente? ¿con qué me quedo?
Te lo diré...
Yo he sido creada por Dios, soy obra de sus manos.
He sido perdonada y redimida por la sangre de Cristo derramada en la cruz del Calvario para darme una esperanza de vida eterna librandome del infierno.
Soy una nueva criatura.
He sido adoptada por Dios y ahora soy hija del Creador del Universo no por mis buenas obras sino por Gracia inmensurable que es un regalo que no merecemos.
Soy amada por mi Salvador Jesús con amor eterno.
He sido llamada a anunciar las buenas nuevas de salvación de Jesucristo al mundo mostrando su luz y amor.
Esto es lo que realmente soy y lo que verdaderamente importa y te define. Todo en este mundo se acaba y nada es eterno excepto Dios y él te llama a que seas parte de su pueblo. "Tu identidad está en aquello a lo que has dado tu corazón." Thomas Hill
¿Dónde tienes tu identidad? Si ya has recibido a Cristo en tu corazón entonces no dudes que eres amado por tu Padre Celestial y llamado para propósitos y planes mucho más grandes de lo que te puedes imaginar solo confía tu corazón a Aquel que Soberano y tiene el control de todo y anda por fe.
Si aún no has entregado tu vida a Jesús ¿Qué estás esperando? No importa lo que hayas hecho Jesús está esperándote con brazos abiertos y está dispuesto a limpiar tu corazón de todo pecado si te arrepientes de ello y sanar tu corazón. Mi identidad también puede ser una realidad y esperanza para ti.

Comments